martes, 17 de noviembre de 2009

LA AMIGA DE LA HERBORISTERA – ¿HIERBAS? –


Hoy he vuelto a pasar por la tienda de mi amiga y he pasado la tarde con ella, nunca dejo de sorprenderme de la cantidad de cosas que tiene. Allí encuentras remedios para todo y lo curioso es que todos los productos son naturales, nada de medicamentos, aunque algunas cosas lo parecen, porque a parte de los productos alimenticios, hay montones de pastillas, capsulas, viales, jarabes, lo que yo te diga, como la farmacia pero en natural.
Esta vez me ha llamado mucho la atención los nombres de ciertos productos porque, más que estar en una herboristería, parece que estamos en el veterinario, que si cola de caballo, que si rabo de gato, tengo que preguntar, me muero de curiosidad.

- Oye María José, ¿Qué es esto de la “Uña de Gato”, no me digas que le haces la manicura al pobre animal?
No, mujer, la uña de gato es una planta procedente del Perú y crece entre los árboles de muchos países de la selva amazónica tropical. Tiene un gran poder para eliminar sustancias potencialmente toxicas para el organismo, por eso mucha gente que se trata con quimioterapia la está tomando con muy buenos resultados, además es uno de los antibióticos naturales más potentes que existen.

- ¿Y la cola de Caballo? ¿No me digas que esto es literal?
Claro que no, esta planta se reconoce como la más diurética de todas las plantas, puede hacer que la orina aumente en un 30%, tiene una gran capacidad para hacer que el cuerpo elimine agua, pero también es muy buena para fijar el calcio por su alto contenido de sílice.

- Diente de León, ¿Eres también dentista?

No seas boba, esta planta es un buen estimulante de la función hepática y biliar, pero también se puede utilizar contra la anemia pues sus hojas tienen un alto contenido en hierro.

- ¿Y el rabo de gato?, el nombre me hace reír…
Pues no es de risa la cosa, este es para la gastritis, la ulcera gastroduodenal, los espasmos gastrointestinales, intestino irritable, cistitis y meteorismo. Aunque no es aconsejable durante el embarazo o la lactancia, ni tampoco para niños pequeños.

Y me marché de la herboristería sabiendo algo más, pero sobre todo, sabiendo que mi amiga, de veterinaria nada, sigue siendo la herboristera.







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