La semilla contiene en potencia todo lo que la planta necesita para convertirse en lo que será un día, es energía concentrada. Cuando se dan las condiciones adecuadas, esas semillas germinan dando lugar a pequeños brotes que, además de estar buenísimos, tienen un montón de nutrientes. Si compras semillas ecológicas y usas agua mineral puedes comer lo mejor de la naturaleza sabiendo lo que estás comiendo.
La germinación en casa representa el procedimiento más efectivo para aportar a nuestro organismo energía vital concentrada. El refinamiento de los alimentos en los procesos industriales ocasiona alteraciones que resultan en carencias de esos mismos alimentos, que, tras un consumo prolongado, pueden acabar afectando a nuestro organismo; incluir los germinados en nuestra dieta puede prevenir estas ausencias. Así como las plantas verdes regeneran el aire que nos rodea, los germinados sanean nuestro cuerpo por dentro.
Aunque eso no es todo, los germinados son muy útiles para muchas dolencias. Se ha demostrado que son muy buenos como reguladores intestinales, antianémicos, revitalizantes, para casos de descalcificación y en estados carenciales. Algunos son depuradores del organismo, potenciadotes de la producción de leche materna, reguladores del sistema endocrino y del metabolismo en general, otros incrementan el tono muscular, disminuyen el meteorismo y tienen probados efectos rejuvenecedores.
Los germinados de soja verde son los más populares, pero se pueden germinar gran variedad de semillas para enriquecer nuestros menús y formar parte de diferentes platos como: ensaladas, bocadillos, tortillas, verduras, cereales… Es preferible evitar las cocciones prolongadas para evitar la pérdida de sus cualidades, por eso es mejor agregar los germinados a los guisos poco antes de servirlos. Si queremos aprovechar bien el valor nutritivo de las legumbres lo mejor es comerlas germinadas crudas, pero si queremos cocinar, por ejemplo, judías secas, podemos hacerlas germinar un poco para que sean más nutritivas, más digestivas y también cocerán más rápidamente.
Mezclando varios tipos de germinados, no sólo disfrutaremos de nuevos sabores y mejor nutrición, sino que además, añadiremos una nueva estética a nuestros alimentos. Por ejemplo los germinados de alfalfa combinan muy bien con los de col y lentejas. También se puede compensar el sabor picante del rábano, la cebolla, el puerro o la mostaza con germinados de cereales o legumbres.
Germinar en casa es muy fácil y divertido, es un sencillo sistema que hasta los niños podrán realizar. Existen métodos caseros con un bote de cristal o un plato y una tela, pero es mucho más cómodo usar los germinadores de plástico o barro que tienen un mecanismo de drenaje mucho más eficaz, principalmente en germinados de semillas pequeñas.
A si que ya sabéis, por unos 20 euros tendréis germinador y semillas para un buen rato. ¡Que os aproveche!
Con tu artículo me has convencido!
ResponderEliminarEstoy decidido a comprar un germinador, pero me asalta una duda: ¿germinador de plástico o germinador de barro ?
¿qué ventajas/desventajas tienen?
¿cómo afecta el material en la formación de moho?
Con el de barro tengo solucionado el tema de la oscuridad, pero.....¿es realmente necesario?
Un saludo y muchas gracias,
David